Un domingo como a las 3 p.m., me encontraba durmiendo ya una prolongada siesta que comenzó justo después de un desayuno criollo a mitad de mañana de ese mismo día. En eso comenzó a sonar mi celular – que pendejo soy lo deje prendido! Trato de atender pero el teclado no responde, por alguna razón no puede atender y para que dejara de repicar tuve que retirarle la batería. Seguidamente dejo el aparato y su pila por separado en la mesa de noche para tratar de seguir durmiendo, sin embargo no puedo, me duele la cabeza y la espalda también, me dirijo con torpeza al baño a lavarme la cara para ver si salgo de ese agüevonamiento dominguero tan típico y pesado como el desayuno criollo, más si es merideño.
Armo mi teléfono celular nuevamente, ese artefacto que se ha vuelto tan vital en los últimos tiempo, con el que nos relacionamos, trabajamos y hasta nos entretenemos. Finalmente lo prendo Nokia – connecting People, A ver: Menu / Registro / Selec. / Llamadas Perdidas – Ajá ahí está 1 llamada pérdida 1 número nuevo, por los tres primeros números (283) determino que es alguien que vive en los palos grandes, Santa Eduviges o zonas cercanas, pero no conozco el número, así que tomo el teléfono de mi casa y llamo al número, allí comienza la aventura:
- Aló
Atiende una niñita probablemente de unos 7 o 8 años.
- Hola chiquita, mira yo tengo una llamada pérdida en mi celular de ese número.
Digo con una voz gruesa que a veces tengo al levantarme, algo entre Ivan Loscher y un transformista trasnochado (sin que esto implique que pase las noches de mi fin de semana entaconado y con una peluca, es un recurso literario y sólo eso).
- aaaah… no sé
Dice la niña, en eso otra voz se incorpora a la línea es una voz femenina y fresca, me resulta familiar pero no identifico aún quien es. Le explico lo de la llamada perdida y decido identificarme.
- Hola Fran, que pena!
Dice la voz femenina con cierto asombro y continúa hablando.
- Es Natalia del colegio.
Carajo! Si está mujer esta buenísima!, resulta ser además la hermana menor de una actriz de novelas igual de bella y cuya identidad no voy a revelar, los tres nos graduamos en el mismo colegio, su hermana el año anterior a mi y Natalia en el siguiente, es decir yo estaba en el medio de las dos ninfas, nunca vi clases con ellas pero eventualmente compartimos algunas amistades en común, por esos días yo quería estudiar teatro y Natalia había hecho una obra en el Colegio, “El día que me quieras” una obra sobre la visita de Gardel a Venezuela por allá en los años 50.
- Hola Natalia, que coincidencia tan rara, tengo una llamada perdida tuya en mi celular.
- Claro tonto te lo di en la universidad hace tiempo.
Me falto decirles que una vez también coincidimos en la universidad yo estaba por graduarme de abogado y ella estaba en la mitad de Idiomas, de hecho nos tomamos un café y estuvimos hablando, ella estaba por irse a Francia a estudiar un semestre por allá, una especie de acuerdo entre universidades.
- Claro flaca, cómo te fue en Francia.
- A buenísimo, me encantó todo lo que conocí.
- Que bueno, y a qué debo el placer de tu llamada.
- Jajajaja lo que pasa es que me confundí, tengo varios Francisco en el directorio de mi celular y hoy quede de verme con un amigo que se llama Francisco “off course” y bueno que pena contigo, te llamé a ti.
Y yo que me creí dueño del celular de un tal George Clooney.
- Pero mira tu cómo estás vale, qué es de tu vida? No te he visto por la universidad. (continua hablando ella).
- Claro lo que pasa es que me gradué en noviembre.
- Que fino! Y que tal eso como te va.
- Bueno estoy trabajando en el escritorio Angustia, Pérez, Antonini, Whatever, Borjas, something special & asociados (lo que sea que le dije, igual no entendió)
- A que fino y qué haces ahí.
- El escritorio se dedica a Propiedad intelectual, registro de marcas, patentes y derecho de autor.
Yo que pensaba que no iba a entender, cuando me sorprendió diciéndome que tenia unas canciones que le gustaría registrar, que si yo la podía ayudar con eso.
- Claro flaca yo mismo soy, escribeme a frey@angustiawhatever somethingspecial.com.ve, tu sabes no? y por allí cuadramos.
- Claro vale, ya lo anoto.
- Mira y tu hermana cómo está?
- Super fino, está ahora en Houston, visitando a Eugenia, que está enferma, le están haciendo un tratamiento con células madres.
- A si?
- Si además todo ha estado rodeado de cierta aura mística, resulta que el tratamiento se llama Reborn y casualmente ella nació en esa ciudad.
- Wao! Todas esas nuevas tendencias de medicina genética parece un cuento de Julio Verne, no?
- Jajajaja claro que sí, que cómico, que ocurrencias tienes jajajaja
Cómico y de ciencia ficción es que yo este hablando con esta super mami por teléfono.
- Y por fin pudiste hablar con el Francisco que si estabas llamando
- Jajajaja, si ya lo llamé, parece que nos vamos a ver más tarde.
- Bueno si te embarca me avisas, yo encantado.
Si, ya lo sé muchachos, mostré el hambre (por aquello de que el que muestra el hambre no come), es más creo que la baba se filtro por la bocina. No se tardó la reafirmación femenina /reina del arroz con pollo.
- Claro, un día de estos deberíamos vernos.
Jajajajaja… Pueden dormir tranquilos eso aún hoy no ha pasado y no creo que pase. Me acordé de una secuencia de Mafalda donde a Felipito su mamá le pide que vaya a comprar un litro de leche, pero le dice algo así como: “Felipe, luz de mi vida, alegría de mi corazón, me podrías comprar un litro de leche en la bodega che (o algo así)”, el personaje de Quino se dirige orgulloso a comprar la leche y de regreso el torpe se cae y rompe la botella, después se dice a sí mismo: “Mi madre va a escribir un libro que se titule como pasar de luz de mi vida, alegría de mi corazón al mismo torpe de siempre”. Un poco así fue mi conversación, del profesional que haces símiles con literatura al evidente “palo de agua” de toda la vida. Para todo lo demás Master Crad.
f.r.
Armo mi teléfono celular nuevamente, ese artefacto que se ha vuelto tan vital en los últimos tiempo, con el que nos relacionamos, trabajamos y hasta nos entretenemos. Finalmente lo prendo Nokia – connecting People, A ver: Menu / Registro / Selec. / Llamadas Perdidas – Ajá ahí está 1 llamada pérdida 1 número nuevo, por los tres primeros números (283) determino que es alguien que vive en los palos grandes, Santa Eduviges o zonas cercanas, pero no conozco el número, así que tomo el teléfono de mi casa y llamo al número, allí comienza la aventura:
- Aló
Atiende una niñita probablemente de unos 7 o 8 años.
- Hola chiquita, mira yo tengo una llamada pérdida en mi celular de ese número.
Digo con una voz gruesa que a veces tengo al levantarme, algo entre Ivan Loscher y un transformista trasnochado (sin que esto implique que pase las noches de mi fin de semana entaconado y con una peluca, es un recurso literario y sólo eso).
- aaaah… no sé
Dice la niña, en eso otra voz se incorpora a la línea es una voz femenina y fresca, me resulta familiar pero no identifico aún quien es. Le explico lo de la llamada perdida y decido identificarme.
- Hola Fran, que pena!
Dice la voz femenina con cierto asombro y continúa hablando.
- Es Natalia del colegio.
Carajo! Si está mujer esta buenísima!, resulta ser además la hermana menor de una actriz de novelas igual de bella y cuya identidad no voy a revelar, los tres nos graduamos en el mismo colegio, su hermana el año anterior a mi y Natalia en el siguiente, es decir yo estaba en el medio de las dos ninfas, nunca vi clases con ellas pero eventualmente compartimos algunas amistades en común, por esos días yo quería estudiar teatro y Natalia había hecho una obra en el Colegio, “El día que me quieras” una obra sobre la visita de Gardel a Venezuela por allá en los años 50.
- Hola Natalia, que coincidencia tan rara, tengo una llamada perdida tuya en mi celular.
- Claro tonto te lo di en la universidad hace tiempo.
Me falto decirles que una vez también coincidimos en la universidad yo estaba por graduarme de abogado y ella estaba en la mitad de Idiomas, de hecho nos tomamos un café y estuvimos hablando, ella estaba por irse a Francia a estudiar un semestre por allá, una especie de acuerdo entre universidades.
- Claro flaca, cómo te fue en Francia.
- A buenísimo, me encantó todo lo que conocí.
- Que bueno, y a qué debo el placer de tu llamada.
- Jajajaja lo que pasa es que me confundí, tengo varios Francisco en el directorio de mi celular y hoy quede de verme con un amigo que se llama Francisco “off course” y bueno que pena contigo, te llamé a ti.
Y yo que me creí dueño del celular de un tal George Clooney.
- Pero mira tu cómo estás vale, qué es de tu vida? No te he visto por la universidad. (continua hablando ella).
- Claro lo que pasa es que me gradué en noviembre.
- Que fino! Y que tal eso como te va.
- Bueno estoy trabajando en el escritorio Angustia, Pérez, Antonini, Whatever, Borjas, something special & asociados (lo que sea que le dije, igual no entendió)
- A que fino y qué haces ahí.
- El escritorio se dedica a Propiedad intelectual, registro de marcas, patentes y derecho de autor.
Yo que pensaba que no iba a entender, cuando me sorprendió diciéndome que tenia unas canciones que le gustaría registrar, que si yo la podía ayudar con eso.
- Claro flaca yo mismo soy, escribeme a frey@angustiawhatever somethingspecial.com.ve, tu sabes no? y por allí cuadramos.
- Claro vale, ya lo anoto.
- Mira y tu hermana cómo está?
- Super fino, está ahora en Houston, visitando a Eugenia, que está enferma, le están haciendo un tratamiento con células madres.
- A si?
- Si además todo ha estado rodeado de cierta aura mística, resulta que el tratamiento se llama Reborn y casualmente ella nació en esa ciudad.
- Wao! Todas esas nuevas tendencias de medicina genética parece un cuento de Julio Verne, no?
- Jajajaja claro que sí, que cómico, que ocurrencias tienes jajajaja
Cómico y de ciencia ficción es que yo este hablando con esta super mami por teléfono.
- Y por fin pudiste hablar con el Francisco que si estabas llamando
- Jajajaja, si ya lo llamé, parece que nos vamos a ver más tarde.
- Bueno si te embarca me avisas, yo encantado.
Si, ya lo sé muchachos, mostré el hambre (por aquello de que el que muestra el hambre no come), es más creo que la baba se filtro por la bocina. No se tardó la reafirmación femenina /reina del arroz con pollo.
- Claro, un día de estos deberíamos vernos.
Jajajajaja… Pueden dormir tranquilos eso aún hoy no ha pasado y no creo que pase. Me acordé de una secuencia de Mafalda donde a Felipito su mamá le pide que vaya a comprar un litro de leche, pero le dice algo así como: “Felipe, luz de mi vida, alegría de mi corazón, me podrías comprar un litro de leche en la bodega che (o algo así)”, el personaje de Quino se dirige orgulloso a comprar la leche y de regreso el torpe se cae y rompe la botella, después se dice a sí mismo: “Mi madre va a escribir un libro que se titule como pasar de luz de mi vida, alegría de mi corazón al mismo torpe de siempre”. Un poco así fue mi conversación, del profesional que haces símiles con literatura al evidente “palo de agua” de toda la vida. Para todo lo demás Master Crad.
f.r.